Elisa Córdova: “me inspira a querer ser esa figura que influye positivamente en el crecimiento integral de los niños”

Empezó estudiando Ingeniería Comercial en la UANDES, pero pronto Elisa Córdova, de 23 años, se dio cuenta que lo que de verdad quería era estudiar Pedagogía Básica . Así, en enero de 2021 egresó de la carrera en la UANDES. Relata que son varias las razones por las que optó por este camino. “Primero, la inquietud de ayudar, de impactar en la sociedad, de aportar un granito de arena para que la brecha de oportunidades disminuya. Segundo, el hecho de que los profesores y el clima escolar impactan directamente en el desarrollo de los alumnos, me inspira a querer ser esa figura que influye positivamente en el crecimiento integral de los niños, tal como varios profesores lo fueron para mí. Estas razones hicieron que me de cuenta que una de las formas en las que yo podía ayudar era por medio de la educación, por el amor que tengo hacia aprender y entregar mi vida al aprendizaje”, nos cuenta.

Hoy trabaja en Formando Chile, una corporación autónoma que se moviliza por la actual desigualdad de oportunidades, involucrándose en el proceso educativo de los estudiantes, mediante la promoción de vínculos. Está conformado por tres programas, uno es la Continuidad de Estudios Superiores (CES), que se dedica principalmente a acompañar a los estudiantes de la Educación superior para que no deserten durante sus estudios. Otro es la Escuela de formación para el ingreso de la educación superior (EFIES), cuyo rol principal es acompañar tanto de forma socioemocional, vocacional como académicamente a los estudiantes que rendirán la PDT. Y por último, las Mentorías, que tiene como objetivo potenciar el proceso educativo de los estudiantes para fomentar su desarrollo integral, a través de herramientas que les permitan construir su proyecto de vida y relacionarse con otros.  Actualmente cuentan con 9 sedes en la RM, V, VI y IX región, con un total de 206 estudiantes beneficiados. “En este último programa es donde yo trabajo como Coordinadora de Desarrollo Integral. Esto implica que me hago cargo de todo lo académico, es decir, de las pruebas y planificaciones de 3° Básico a II° Medio, con el fin de acompañar de la mejor manera posible a los mentores y estudiantes. Ya sea adaptando las planificaciones y evaluaciones, según el contexto pandemia, como apoyando a los voluntarios en el ámbito pedagógico, ya que la mayoría de ellos no son profesionales de la educación” destaca Elisa.

¿Qué es lo que más te motiva de tu trabajo?

Por un lado el increíble ambiente laboral. Y, por otro, que las Mentorías es un programa de apoyo que usa lo académico para un desarrollo integral a través de lo socio-emocional, en el cual se comprometen no solo los voluntarios, los jefes de colegio, los mentores y los estudiantes, sino también los colegios, los apoderados y las sedes. Es un ambiente familiar de mucho compromiso y entrega, de un crecimiento personal de todos los involucrados. Busca crecer constantemente, siempre teniendo como norte el desarrollo y bienestar de los involucrados. Es realmente una corporación muy humana y eso me encanta.

¿Cuáles son tus anhelos en lo que respecta a la educación en nuestro país?

Me encantaría que la educación de Chile busque realmente el desarrollo integral de las personas. Que eduque niños pensantes, críticos, con capacidad de resolver problemas y de conocerse a sí mismos. Con profesores dedicados, apasionados por lo que hacen, que su forma de enseñar impacte positivamente en los educandos, de manera que estos se enamoren del conocimiento. Y me gustaría que esto se de en todos los lugares de Chile, sin importar su ubicación geográfica o nivel socioeconómico.

¿Por qué elegir una carrera docente?

Creo que el rol del docente es fundamental ya que impactan directamente en el desarrollo de los alumnos. Te invito a elegir una carrera docente si es que quieres generar un impacto en la sociedad y acompañar a los estudiantes en su proyecto de vida. Ya que, como dice Paulo Freire “La educación no cambia el mundo, cambia a las personas que van a cambiar el mundo”.

Estudiar en la UANDES

Sobre su paso por la Universidad Elisa nos cuenta que le es imposible nombrar todas las cosas que rescata. “Algunas de ellas son, la cercanía y cariño de parte de la Facultad, siempre presentes y con los brazos abiertos a ayudar, escuchar y acompañar en lo que necesitara. Además, el haber estado dos años en el CADE me permitió conocer más a profundidad al equipo detrás de la Facultad y trabajar en conjunto fue una experiencia llena de aprendizaje”. Con gran cariño recuerda también su participación en el Centro de Alumnos en los cuales vivió momentos de alegría, de compartir con todas las generaciones e incluso con otras carreras. “Aprendí a trabajar mejor en equipo, a superar obstáculos. Fue sin duda una experiencia de infinito crecimiento personal”, reconoce.
Así también destaca lo académico, “aprendí a ver los contenidos del colegio desde otra perspectiva, entendí la razón detrás de ellos y con esto valoré más aún la enseñanza y la importancia de tener al estudiante protagonista durante las clases. Con esto aprovecho de agradecer a mis profesores que lograron que me re-encantara con algunas materias que antes no tenían sentido para mí y que por lo mismo no me gustaban”.